La final de “otro torneo” se quedó en Regatas

PRIMERA. Faltaban poco mas de 5 segundos para el final cuando la mixtura juventud-experiencia del Regatas Resistencia versión 2016 se patentizó en toda su magnitud. Luciano Gyldenfeldt (16 puntos) penetro la férrea defensa de Villa San Martin,y cuando todos fueron sobre él, la descargo para Darío Vega (13 ¿hay que decir uno de los históricos del remero?) quien, con toda su solvencia se levantó en soledad cerca del corner para clavar el doble que colocaba 80-78 arriba a su equipo. Un lugar en el que permaneció pues la salida -con 5 segundos y 2 décimas- posterior al minuto de Villa, no prosperó. Así,  Regatas se llevó todo: triunfo, final y titulo del torneo que desde acá bautizamos como “Inicial” a falta de una definición para esta parte de la Copa Municipalidad de Resistencia desde la “organización”. Loco festejo y ¿despedida? de varios -sino todos- los históricos que “ganaron todo” para Regatas en la ultima década y un poco mas.

Antes, antes hubo un partido digno de otro torneo. Por la entrega de ambos planteles. Allí, en los 40 minutos de juego, tanto el ganador, Regatas, como su tremendo rival, Villa, enarbolaron por sí mismos y con ése espíritu que solo el deporte da, la hermosa bandera del basquet.

Tanto, que ambos se alternaron al frente del marcador, compartiendo aciertos y errores por igual. En el inicio mismo, Villa apareció un poco mejor y así lego a estar 12-4 arriba. Reaccionó el local, y sin pasar al frente “al menos” cerró dignamente 16-19 abajo ésos primeros 10. Por entonces Villa mostraba una vez más su cohesión como equipo, con goleo repartido, ligeramente liderado por Facu Gómez Brocal (12, 8 acá).

En los segundos 10, se aflojaron las defensas, crecieron las ofensivas y con un parcial de 28-24, Regatas se llevó el primer tiempo 44-43. Para hacerlo se asentó en un gran ingreso desde el banco de Vega quien en éste parcial sumó sus 3 triples los cuales ayudaron a la levantada remera donde también aparecía el otro breñense: Juan Manuel Toloza (12, 9 acá). Villa, tras quedar abajo por primera vez en el 28-30, se mantenía con Toledo (20, 6 aquí), Tortarolo (14, 5 acá) y un bombazo de Acuña (12).

Tras el descanso largo, Regatas marcó un 7-0 que le dio la máxima a su favor -51/45- apoyándose en lo que mas le gusta: transiciones y un triple. Pero estaban en una final y Villa no se iba a ir así nomas. Por el contrario, mostró una vez más su solidez y con juego de sus “internos (Acuña-Tortarolo)” primero y triples decisivos luego, no solo se recuperó sino que volvió a tomar ventaja: 62-55. El lo tocó al local, y aun llegando al gol solo con simples, logró descontar para cerrar 65-67 abajo los primeros 30.

Los últimos diez fueron “de película”. Villa con 5 seguidos de Toledo armó un 7-0 que lo colocó casi en el quiebre: 74-65 arriba, diferencia que, para lo que había sido el trámite del juego -duro, cerrado, intensísimo- parecía “cosa juzgada”. Y el que apareció esta vez con toda su estirpe ganadora fue Regatas. Un Regatas al que siguió costándole vulnerar la defensa en zona tricolor, pero que se mantuvo de la mano de un tremendo Dimas Segovia (19, 9 acá), quien fue a la línea una y otra vez para mantener con vida al local. Finalmente, Vargas (16) clavó su segundo triple para estampar el 77-76 que le devolvía el liderazgo al remero después de mucho tiempo. Con los nervios de protagonistas -amén de los árbitros, lejos del nivel de una final, no aquí sino todo el partido- el 78 iguales le daba la ultima oportunidad a Regatas. Y allí fue el remero para armar la combinación Gyldenfeldt-Vega que les dio todo. ¿Querían basquet? Debieron ir al Regatas el miércoles. ¡Salud, campeones! (los que ganaron y también los que ¿perdieron?)

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