El muy intenso 2 de marzo, por todo lo aflorado “en sus 24 horas y más”, no fue “otro” aniversario de Súper Básquet. Y no solo por la ausencia de Rosi -la sostén del proyecto cada vez que yo quise dejarlo amén de todo lo demás que siempre me brindó-, ni por los muy difíciles de lograr 30 años, sino también por la innumerable cantidad de saludos recibidos por todas las vías posibles, desde el muy popular Face, pasando por los whatsapp, e incluyendo llamadas y personales. Ello, amén de la diversidad, que fueron desde el “Me gusta”, o “Me Encanta” en cada publicación hasta verdaderos relatos-descripciones que me mantuvieron con los ojos húmedos todo el día (y más). Sin dudas que las muestras de cariño, aprecio, respeto, sobrepasaron totalmente cualquiera de mis expectativas y fue ésa una de las razones de haber esperado que transcurriera un tiempo “prudencial” para dejar por escrito mi más profundo, sincero y afectuoso agradecimiento. Como ya lo escribiera alguna vez: esto no hace –además de brindarme una cuota muy alta de fuerza- más que, amén del agradecimiento –se reitera, desde lo más profundo de mi corazón-, reafirmar mi compromiso con todos –es increíble pero hubo saludos desde el exterior, de todo el país, de jugadores, ex jugadores, de técnicos, de público en general, incluso de algún dirigente amén de los muy apreciados provenientes de colegas-, pero en especial hacia Rosi y mis hijos –que ya no son tres sino cinco-, de seguir. Seguir con los simples, dobles y triples hasta donde Dios lo disponga. Bendiciones para todos!!!!