LIGA NACIONAL. San Martín de Corrientes venció anoche a Regatas por 79-67 con una clara muestra de superioridad que se extendió a lo largo de los 40 minutos del partido. Con un juego de equipo sólido, el Rojinegro, no dejó dudas y con ventajas de hasta 16 se llevó el segundo punto de la serie de Reclasificación -octavos de final- que protagoniza con el Fantasma. Méndez, con 19 puntos -incluidos 4 triples- fue el goleador del cotejo desarrollado ante otro imponente marco de público en el “estadio de los sueños”. En el local, Jaime cerró su casillero con 15. La serie ahora se traslada al “Fortín Rojinegro” éste jueves.
ROJINEGRO DESDE EL VAMOS
La paridad esperada para semejante compromiso solo se dio en el primer cuarto más allá que ya allí San Martín llegó a tener una ventaja de 5 liderado por Grun (15) y Garello (7) -este viniendo desde el banco. Pero apareció -por única vez ya que luego se sentó y no regresó al rectángulo de juego- Aguirre (3) y así el 17-17 iguales de ésos primeros diez dejaban abierta la posibilidad a la tan esperada lucha. Pero en el segundo, en el Rojinegro emergió Méndez (19, 14 acá!) y con puntos de todos los colores y mucha solvencia -traducida en alguna asistencia- llevó a que San Martín se escapara hasta por 15: 40/25. Una ráfaga de Jaime (15, 7 en éste período) y Thomas (13, 7 aquí), más alguna bomba oportuna, hicieron que el primer tiempo se cerrase con solo 44-39 a favor de la visita. Esa levantada del local en el cierre del segundo cuarto, fue una alerta para Sanma, que volvió del descanso largo con la misma intensidad mostrada en gran parte del primer tiempo; así con muy buena defensa y las apariciones decisivas de Grun (8 acá) y Hunt (9, 7 aquí), fue construyendo la ventaja que luego sería la máxima: 61-45. Todo ello ante un Regatas perdido cuya mejor definición bien pueden ser los pobres 10 puntos que consiguió en éste cuarto. En el último parcial, Regatas -con su “segunda unidad”- volvió a mostrar cierta reacción y abrió un 5-0 que lo acercó un poco. Pero Sanma encontró en Botta (7, incluido un hermoso ganchito estilo años 70), lo necesario para mantener la ventaja en la decena de puntos. El Remero, lejos de entregarse, siguió buscando y con varias bombas -2 de Gramajo (10)-, intentó acercarse pero enfrente estaba un San Martín dispuesto a no soltar la presa y entonces el 79-67 se selló mucho antes de la chicharra final ya que el local tuvo tres malas selecciones de tiro y permitió un “enésimo” rebote ofensivo que lo condenó.