PRIMERA. Ante un colmadísimo estadio del Centro Deportivo Don Bosco, Villa San Martín se consagró bicampeón del basquetbol ABR al vencer al local por 67-58 y así llevarse también el “Clausura 2025″. Nuevamente la conquista tricolor adquiere visos de épica si se considera que recién pasó al frente en el último cuarto y que llegó a estar hasta 15 puntos abajo en el inicio mismo del segundo cuarto. Alejo Toledo, con 18 tantos fue el máximo anotador de la tremenda final jugada al límite dentro y fuera de la cancha mientras que en el local, que repartió bastante su finalmente escaso goleo Juan Cruz Cequeira cerró su casillero con 13. Por su parte el premio MVP-Super Basquet de las finales que otorgó una vez más la Asociación de Basquetbol de Resistencia, quedó para Agustín Camisasca, nuevamente decisivo en el desarrollo del juego.
LUCHAR, LUCHAR, JUGAR, GANAR
Como ya lo hiciera en el pasado “Apertura”, Villa volvió a nutrirse de sus jugadores “de otra categoría-Liga Argentina-” para consagrarse como el mejor de todos, en este caso, del “Clausura 2025″ de la ABR. Y esto quedó patentizado en las cuatro bombas casi consecutivas de Agustín Camisasca (16, 12 en el último cuarto), una más “estratosférica” que la otra, que lograron que su equipo pasara al frente por primera vez en el marcador a falta de solo 3.55 para la chicharra final. Pero antes de ello, hubo un partido. Un partido que mostró desde el inicio la supremacía Salesiana que se plasmó rápidamente en el inicio del juego cuando el local llegó a colocarse 9-0 arriba liderado por entonces por Facundo Gómez Brocal (10, 5 acá). Una tibia reacción de Villa -liderada por el muy activo Barúa (17, 6 en éste parcial)- que no lograba hacer pie, le permitió “acercarse” al menos un poco, pero Nahuel Henain (12, 6 aquí) se sumó a la ofensiva salesiana y con una bomba de Lucas Coronel (7, 5 en éste parcial), Don Bosco se encaminó al 25-13 con el cual ganó ése primer cuarto. Y si el primer cuarto no fue favorable para Villa, el inicio del segundo lo ratifico ya que una asistencia de Lugo (7) y la única bomba de Cequeira (13, 3 acá), llevó al local a la máxima a su favor: 30-15. Mientras, el Tricolor se defendía con lo que podía aportar Barúa (30-19). Una lluvia de proyectiles (hielo) provenientes desde la hinchada de Villa llevó a la suspensión momentánea del juego (Dios sigue jugando para el basquetbol local ya que no había, como a lo largo de todo el torneo, policías). El clima enrarecido pareció ser un punto de inflexión, ya que la visita, liderado por Toledo (18, 7 acá), comenzó a armar un parcial de 14-4 (!!!), para irse al descanso largo solo 34-29 abajo. Ya “en partido”, Villa siguió en su papel de incansable luchador pero siempre a merced de un Don Bosco que continuó manejando el tanteador. Ello, gracias a que el dúo Henaín-Lugo parecieron hacerse cargo. El primer triple de Toledo, puso en 42 iguales el marcador luego que para ello también contribuyeran con una bomba Alvarez (7, 3 acá) y Rath (4, todos acá). Pero una pérdida y una posterior mala selección de tiro, le posibilitaron al local volver a irse 6 arriba: 48-42 con goleo repartido. La arremetida final del Tricolor, redondeó el 48-46 con el que se fueron al último mini descanso. Y tras él, Don Bosco volvió a repartir su goleo para escaparse nuevamente, ahora hasta el 54-48. Fue entonces cuando el líder silencioso que tiene este Villa ganador -Alejo Toledo- dijo nuevamente “aqui estoy” y con un doble suyo y la primera de las 4 bombas de Camisasca, la visita logro acercarse primero -53/54- paa pasar luego al frente cuando su joven tirador acertara su segundo triple: 56-54 para el Tricolor y 3.55 por jugar. El minuto del local apenas sirvió para un tibio 56 iguales porque para entonces Camisasca ya sabía que podía y con otras dos bombas -a la que se sumó la segunda de Toledo- abrio el camino para que Villa comenzara a escaparse y a sentenciar el juego. Un juego que volvió a darle una oportunidad al local con una serie de libres que solo los arbitros saben bien a que se debieron vista su pésima señalización (así como el domingo estuvieron bien, anoche casi se les escapa la tortuga y el partido), pero los salesianos marcaron un horrible 0 de 4 en la línea de libres con el marcador 62-58 para la visita. Y ello fue el fin, porque el Tricolor se sintió dueño de la situación a partir de la sapiencia de Toledo y la efectividad de su MVP para estampar el 67-58 que le dio su segundo título del año. ¡Salud campeones!
NOTA: por problemas técnicos, las fotos estarán en breve.
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