LIGA NACIONAL. Javier Martínez parecía que no se quería ir y con los brazos en alto abrazaba a todos mientras gran parte de las 4.000 almas que poblaron el estadio de los sueños seguían cantando “Que de la mano del paraguayo…….”. Esa fue la imagen final de una noche histórica para Regatas Corrientes y también para el basquet de esta parte del país porque al vencer a Boca por 82-74 (3-2 en la serie), el Fantasma se metía por primera vez en una final de Liga Nacional. Antes, no mucho antes, hubo un partido donde jugaron desde los nervios hasta las tremendas jerarquías individuales y colectivas de ambos protagonistas.
PRIMERO BOCA
Si bien Regatas comenzó con un Calderón encendido, Boca logró neutralizar al local básicamente a partir de los propios errores del mismo -tres pérdidas en los primeros 3 minutos de juego-, y de la aparición de los triples primero y de De Croat (12 aquí), luego. Asi, el Xeneize ganó el primer cuarto 24-22.
LUEGO REGATAS
El inicio del segundo parcial, mostró la tendencia del cierre del primero: Boca dominante. Tanto, que un parcial de 7-3 lo llevo al 31-25 que hizo que Casalánguida pidiera minuto. Tras el mismo, salio otro Regatas: el que se prestó mejor la pelota, y que encontro en Meyinsse (14, 7 acá) y Washam (11, 5 en éste período) las vías para pasar a mandar en el tanteador -34/33- por primera vez. Boca, mientras, se desarmó con la ¿conducción? de Hopson -excesivamente individualista- y eso, sumado a los rebotes ofensivos que ahora ganó el local, redondearon todo para que Regatas cerrara arriba el primer tiempo 40-35 con una ráfaga de 15-4.
PARIDAD
Por aciertos y errores, el cuarto posterior al descanso largo terminó igualado, y no sólo en el 19/19 de puntos, sino en todo. Comenzó mejor Regatas que, apoyado en Martínez (16, 6 acá), Meyinsse y Washam, llegó a escaparse por 14: 54-40. Eso tocó a Boca que, con mucho sacrificio más una ráfaga de De Groat -no había convertido en el segundo cuarto-, llegó a colocarse 54-56 gracias también a un triple de Hopson (“algo” bueno tenía que hacer) y la eficacia de Stanic en la línea de libres. Un posterior triple de un ya allí fastidioso Quinteros (7, con un pobre 22% de cancha) hizo que el Fantasma cerrara 59-54 ése parcial.
ROMANO TIME
Se sabe. Hay jugadores para determinados partidos. Y para una final como la vivida el miércoles, hacía falta alguien como Nicolás Romano (19, 16 (!) acá), para que liderara a su equipo hacia la victoria. Es que el interno no solo la tiró en el momento más caliente, sino que lo hizo con oportunismo y eficacia para permitir a su equipo ventajas de hasta 9 puntos (75/66) mientras él sumaba 12 de los 14 del equipo. Pero antes hubo un momento de suspenso cuando Boca, a pesar de dilapidar una posesión por antideportiva, llegó a colocarse 60-63 abajo. Claro que allí estuvo SuperNico y entonces todo volvió a los causes normales, es decir a Regatas dominando trámite y tanteador beneficiado también por las malas selecciones de De Groat y Coleman -éste en dos oportunidades-, que allanaron el camino celeste. Un camino que finalmente desembocó en victoria gracias también al aporte de Kammerich -con sendos rebotes y puntos importantísimos- con el 82-74 que le dio todo al número 1 de la Fase Regular. Y con justicia.
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